lunes, 25 de mayo de 2015

Escuela solidaria: más sobre Uganda

Compartimos con vosotros el texto que ha preparado Aritz Azparren para daros a conocer mejor el proyecto de Uganda, con el que queremos colaborar de modo especial durante la próxima "semana solidaria" que empezará el uno de junio y finalizará con el último de los conciertos de fin de curso, el 10 de junio.


"Uganda no es un país de emergencias. Han vivido un proceso de guerras y guerrillas que ha durado 30 años y que finalizó hace apenas 10. Sin embargo, la población parece haber alcanzado un equilibrio e incluso entre ellos se sorprenden de que haya pasado todo aquello. La guerra es, por tanto, un mal sueño que ya pasó. Sin embargo, los efectos de todos estos procesos bélicos todavía son fáciles de percibir. De entre los miles de desplazados que generó la guerra todavía son muchos los que están regresando a sus antiguas tierras y se encuentras con que han sido ocupadas por otros. Estando el proceso de escrituración de las tierras en marcha por primera vez en la historia del país, estas familias se encuentran indefensas e incapaces de probar que esas tierras realmente les pertenecen. En otros muchos casos, sus casas fueron desvalijadas o destruidas y, a causa de la inseguridad generada por la guerrillas, el esfuerzo humano que requería la construcción de unas buenas casas resultaba excesivo.



Este último es el caso habitual en Moyo, donde tiene lugar actualmente Vura Music Project. Son los propios vecinos de Moyo los que admiten que el nivel de desarrollo de su Distrito era mucho mayor antes de la guerra, en los años 70, que a día de hoy. La población ugandesa tiene asumido generalmente que existen roles de mujeres y roles de hombres. Se podría afirmar que la relación de género es similar a la que teníamos aquí hace 50 años: las mujeres deben quedarse en casa y cuidar de la familia mientras los hombres salen fuera de casa en busca del sustento. En una comunidad en la que el 80% de la población practica la agricultura de subsistencia, esa es la labor primordial del hombre: trabajar el campo.

Sin embargo, estas labores tenían como objetivo la mejora de la situación familiar, la seguridad de la misma, principios estos que quedaron en entredicho a causa de la guerra. ¿Qué sentido tiene construir una casa mejor, más sólida, si los soldados y guerrilleros tienen la capacidad de destruirla en una tarde? ¿Para qué buscar la seguridad de una familia que de suyo no se puede garantizar? De esta manera, los hombres se han abandonado en su mayoría. Ya no sostienen a la familia. Se han entregado al ocio. Por su parte, las mujeres siempre han sido responsables directas del bienestar de la familias, sobre todo de los niños. Esta labor ha permanecido inalterada. Siempre permanece inalterada. Por pura responsabilidad, las mujeres han seguido trabajando y han tenido que asumir muchas de las responsabilidades propias de los hombres según su cultura.

La pérdida de las tradiciones y folclore en Uganda es alarmante y tiene un origen común con el desequilibrio social descrito. A fin de cuentas, hablamos de cultura.

En una sociedad desequilibrada, excesivamente segmentada, un cambio social es necesario. Vura Music Project se propone trabajar una serie de elementos básicos para desencadenar un proceso que lleve a dicho cambio. Se apoya en una iniciativa cultural y educativa previa: la banda de música de Moyo, circunscrita a la escuela de primaria Moyo Boys. Dicha banda, con una historia de 10 años a sus espaldas, carece de profesores formados que puedan dar clases de instrumento y lenguaje musical. Fue su fundador y director, Luke Anyama, quien nos pidió acudir a ayudarles. Nosotros decidimos crear una escuela de música alrededor de la mencionada banda.

A parte de los objetivos académicos propios de cualquier escuela de música, nuestro proyecto quiere trabajar aspectos vitales que son, de hecho, la parte más importante del proyecto. La música es una actividad transformadora y participativa. Niños y niñas podrán aprender juntos, cooperar, y hacerlo en pie de igualdad. La sociedad Madi, que habita en Moyo, se caracterizó en el pasado por ser devota del trabajo duro, del compromiso. Nos planteamos recuperar poco a poco esta actitud, que se extendía a los estudios, a través de los siguientes puntos:
  • Trabajo en pie de igualdad: En la música los niños y las niñas tienen las mismas posibilidades de progresar. Deberemos prestar especial atención para que la estructura social no traiga como consecuencia que las niñas tengan que abandonar prematuramente sus estudios musicales.
  • Compromiso: Como hemos dicho, la música es cooperación. Si cualquiera de las partes falla, el conjunto se resiente. Debemos enseñar a nuestros alumnos que así es en todas las facetas de la vida.
  • Responsabilidad: Cada alumno tendrá en préstamo un instrumento musical, del que será responsable y deberá aprender cómo cuidarlo.

Durante el año 2015 seguiremos dando clases de trompeta, trombón y lenguaje musical y comenzaremos con el piano. Para el año 2016 queremos abrir una segunda sede en la ciudad de Gulu, con clarinete y flauta travesera. De esta manera, podremos realizar actividades comunes."

Más información en:
vuramusicproject@gmail.com


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