El sábado 9 de mayo de 2015 a las tres y media de la tarde salieron tres autobuses de la estación de Pamplona rumbo a Anoeta. En ellos viajábamos más de cien músicos de la escuela, entre alumnado y profesorado.
A las cinco de la tarde comenzaría un ensayo general de lo que será la ceremonia inaugural del Festival de Jóvenes Músicos Europeos - EMUSIK 2016. Para ser "sólo" un ensayo general era un acto muy concurrido, porque nos convocaban a más de 4.000 músicos. Se trataba de celebrar la inauguración tal como será en 2016.
Llegamos a Anoeta un poco apurados de tiempo, así que nos dirigimos rápidamente con nuestros instrumentos al punto de información, donde teníamos que recoger las camisetas que llevaríamos los músicos y las invitaciones que entregaríamos a los acompañantes. Con una gran caja llena de camisetas amarillas volvimos al punto de encuentro -la puerta de acceso al estadio número 4- y casi volamos por las escaleras para llegar a nuestro puesto en las gradas. Parecíamos un ejército de cenicientas y cenicientos apurados...¡¡eran casi las cinco!!
Accedimos a nuestro lugar en la grada y empezamos a lanzar camisetas a los músicos y montar atriles e instrumentos, sin perder de vista la pista del estadio, donde en algún momento iba a empezar el espectáculo. Salieron unas enormes bicis recicladas con animadores disfrazados, presentadores...y empezó la ceremonia. La verdad es que, desde donde estábamos sentados, no entendíamos del todo bien al presentador y andábamos un poco despistados. Sabíamos el guión del espectáculo y habíamos ordenado las partituras en el autobús. Seguíamos montando atriles y, de pronto, empezó a sonar por megafonía el primer tema. En un primer momento creímos que aquello era música de ambiente. Pero no...¡teníamos que tocar! ¿En qué compás estábamos? A este primer tema nos fuimos incorporando poco a poco, y esa era la sensación en la grada, que cada cual iba un poco a lo suyo. Conforme fue avanzando la ceremonia nos íbamos organizando mejor para coordinar el sonido. Tratábamos de unirnos a la grabación, y en algún momento nuestro profesor Francisco se colocó en el pasillo que nos separaba de un animado grupo de conquenses para dirigirnos a todos. (¡¡Gracias, Francisco, por las fotos!!)
Amigos de Cuenca. |
Ainhoa, profesora de piano de la Escuela, había preparado a conciencia con alumnos pianistas la parte de percusión corporal y localizó una zona del graderío donde muchos participantes iban a hacer el mismo baile. En esta parte del espectáculo pudimos participar muchos de nosotros, siguiendo los movimientos de las bailarinas que actuaban en la pista.
La ceremonia duró exactamente el tiempo previsto y, la verdad, se nos pasó volando. Algunos volvieron un poco decepcionados porque no sabían que se tocaría con la música sonando pregrabada, y parecía que el trabajo realizado no lucía mucho, pero en general volvimos contentos por haber pasado un buen rato. Ahora hay que pulir el espectáculo. ¡¡Nos vemos en 2016!!
(En este enlace puedes leer una de las críticas que se hicieron al espectáculo: http://www.diariovasco.com/culturas/201505/10/delante-para-afinar-20150510005328-v.html)
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